Y es que llevo avisando desde hace más tiempo del que me hubiese gustado. Se acercan vientos de cambio, no solo he remodelado mi blog sino mi vida, desde la mente hasta el cuerpo. Ya necesitaba un cambio de aires y tú ¿qué tal los llevas?
Toda mi vida, y me parecía normal, me han estado diciendo qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento hacerlo. Han sido dueños de mi tiempo, de mis palabras e incluso de mi ilusión. Trabajar para grandes, e incluso pequeñas firmas, es lo que tiene. Por una parte era algo muy estable, saber qué vas a cobrar a final de mes o incluso organizarte tus vacaciones con una estación de antelación, a cambio solo tenías que vender tu alma, tu esencia. Esto vendes, esto tienes que decir, así lo tienes que mostrar y esta cifra es la que tienes que conseguir al día. Rellena miles de páginas con números, porque al final eso es lo que eres para una gran empresa: Un número y un montón de cifras que meter en estadísticas. Ya no me gustaba a lo que me dedicaba, y eso que es algo que me apasiona desde bien joven, pero me hacía sentir profundamente infeliz.
Dar un giro de 180º a tu vida profesional no es moco de pavo, no voy a venirte aquí con las bondades de dejar tu trabajo y dedicarte a aprender un área nueva desde cero. Han sido tiempos duros, el verte sin nadie que te diga qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento hacerlo te hace sentir, irónicamente, perdida, sola y muy frustrada, mucho. Y lo curioso es que en un principio yo quería prepararme para volver a trabajar para otros, ósea romper el patrón mental para luego volver a encasillarme en él. Dicen que nunca el tiempo es perdido y todo el conocimiento que he adquirido sobre programación frontend aportan mucho valor a lo que me dedico ahora pero ¿podría haber aprovechado mi tiempo de otro modo? Sin dudarlo.
Algo que he aprendido con este proceso es que un buen autoconocimiento y una planificación son vitales, y te lo dice la que solía andar como pollo sin cabeza.
Hace un tiempo hice una encuesta a mi grupo de suscriptores preguntando si les interesaría recibir más información sobre marca personal, trucos de WordPress, diseño web e hubo un aplastante 90% de síes, aunque si estás suscrito y ves que no te interesa nada lo que voy a contar mayoritariamente a partir de este momento, estamos en un país libre y puedes abandonar el barco -aunque me dejes triste y desolada-. También decir que de vez en cuando se seguirán colando post más personales, en mi línea.
No va a ser en la línea de Carmen de Mairena, claro.
¿Cómo ha surgido todo esto?¿qué ha pasado?¿a cuánto más van a subir los aguacates? Lo sé, son demasiadas dudas pero intentaré contestar todas. Decidí no trabajar para empresa viendo la imposibilidad de poder seguir viviendo en Granada la mayoría del tiempo y estar en una compañía que me molara su filosofía, así que al final opté por el emprendimiento -otra más dirás-; pues no te creas que me hace mega ilusión, ya solo la cuota da autónomos en España es el robo más grande de la historia jamás contado, sin hablar de las mil cosas más de las que tienes que encargar. A veces me gustaría ser Shiva con sus cuatro brazos. Pero a pesar de todo vi que era el único camino para conseguir el estilo de vida que quiero tener en estos momentos.
Por otro lado la imposibilidad de encontrar a nadie en internet que tuviera el estilo de diseño que a mi me hubiera gustado para mi página y de habla hispana, me empujó a cambiar la dirección más puramente de programación al diseño y el branding, lo cual ha implicado muchas más horas para familiarizarme con multitud de herramientas nuevas, programas de diseño, WordPress, Genesis, a trabajar en un entorno en local, en maquina virtual y mil historias más que no nombro para no aburrirte.
Al subir de nivel me tuve que enfrentar a la temida parálisis por análisis y al monstruo del síndrome del impostor, pero te dan estrellitas si lo hieres y una vida extra si lo matas.
Y bueno aquí estoy, ya con las pinturas de guerra en la cara y con un silbido de espagueti western de fondo, siento el aire secar el sudor de mis manos mientras las llevo lentamente a mis caderas, en vez de pistolas tengo lápiz y papel… pero me bastan para llevar a cabo mi misión… que todas aquellas mujeres que quieran darse a conocer al mundo cibernético tengan el diseño de sus sueños, que encuentren un apoyo -y hasta una amiga- en mí y sobre todo que le pierdan el miedo a hacerse con el control de sus páginas. Si yo he podido tú también, eso dalo por hecho.
Ahora te toca a ti ¿Qué te parece el nuevo diseño? ¿Críticas constructivas?¿Dardos envenenados?¿Algunos “hip, hip, hurra” me agarras la churra?