No recuerdo cuanto tiempo hace que decidí vivir mi vida como si de un experimento se tratara, la prueba y error es mi método favorito. Puede que si fuera capaz de estructurar un poco más mi movimientos, si fuera capaz de hacer un plan más exhaustivo mi vida estuviera algo más encauzada.
Disfrutando del caos.
Pero no es así y al final una le coge el gustillo a la sensación de que será lo que le depara su nueva aventura, que cosas aprenderé y sobre todo cruzando dedos para que no salga muy mal parada de la historia. No siempre sale tan bien como una espera y a veces me tengo que recordar que «Lo imposible solo toma más tiempo”.
O algo así…jajaja
Aprovechando esa ventaja.
Pero en cambio si que que hay un campo, en el que este afán por experimentar, hace que juegue con ventaja ¡En la cocina!
El verano que cumplí trece años, mi madre -que es ATS-, decidió que como yo tenia tres meses de vacaciones escolares y ella solo un mes se iba a tomar ese periodo para descansar de cocinar (aunque sospecho que el motivo era mas oscuro, pretendía hacer de mi la mujer de provecho que soy hoy ¬.¬UU…Gracias mamá, siempre te quedará el consuelo de que al menos lo intentaste). Allí me vi rodeada de libros de recetas –Karlos Arguiñaño me salvaste la vida- y un miedo terrible al fuego y las quemaduras.
O quizás era el fuego quien me temía a mi…Wuajajaja
Aún recuerdo el primer día que mi madre me dejo un pollo entero para que lo limpiara y lo hiciera asado. Venga, meter la mano enguantada por el culo y vaciarlo bien…pero cuando llegó el momento de cortarle la cabeza, ¡¡¡el pollo me miraba!!! Aaawwww, tuve que taparle la cabeza con un paño y empezar a pegar “hachazos” a diestro y siniestro. ¡¡Todo un drama!!
Pobre pollito asesinado >.< UU
Mis primeros años fueron difíciles, seguía las recetas al pie de la letra, se me quemaban, se quedaba duro, se pasaba…se me olvidaba echarle sal…Unas risas vamos. – sobre todo para mi padre que andaba famélico atacando el frigo entre comidas- Pero poco a poco aprendí a disfrutar de la experiencia. Me ponía mi música favorita, cerraba las puertas y la cocina se convertía en mi santuario.
Aún adoro cocinar, de hecho me relaja muchísimo, mis compañeros de piso saben cuan estresada ando dependiendo de cuantos platos haya hecho para comer…XDD.
De santuario a laboratorio.
Con el tiempo fui aprendiendo a confiar en mi instinto, tenia miles de recetas en la cabeza, ya me sabía la tabla de errores de memoria así que decidí empezar a soltarme un poco. A probar nuevas mezclas, sabores, texturas, cocinar las verduras con distintas durezas…La parte buena es que siempre estoy descubriendo nuevos sabores e ideas, lo malo es que jamás soy capaz de reproducir un plato a la perfección una segunda vez ^.^
Extrapolando conceptos.
Si soy capaz de disfrutar de una actividad que otra gente ve como tediosa, ¿quién nos dice que no podamos hacerlo en otras areas de nuestra vida? Así que esta semana me he propuesto hacerlo con cada actividad que me resulte pesada. Voy a empezar por el trabajo que justo comencé ayer. No es que ya esté cansada pero pasar tantas horas en un ambiente un tanto frenético y a veces hostil no es plato de buen gusto para nadie. Así que no podré poner mi música favorita ni cerrar las puertas pero aprovecharé para crecer todo lo que pueda, ser la más atenta de las maquilladoras y sobre todo perfeccionar mi inglés….9 horas de lecciones de inglés gratis XD
Y en cuanto a ti. ¿Te gusta experimentar? ¿Cómo aprovechas el momento para crecer?Cuéntame algo divertido, que necesito unas risas estos días…Que ya ni con esto.
Si te apetece saber que se ha cocido esta semana en mi cabeza, te dejo con mi articulo de el domingo para El ibérico.
Nacho dice
Pues precisamente Caro, yo también utilizo el momento de la cocina para crecer……
Cada vez peso más kilos….
Muakkkk!!!!
Caro Chan dice
jajajajajaja
Que exagerado…también se puede experimentar con cosas sanas, Nacho, no todo va a ser la fiesta del colesterol!!! XD
Chuuuuu!!!
Elisa dice
jejej qué buena Caro, con el pollo aisss! Por cierto, me encanta el prueba error 🙂
Caro Chan dice
Si, la anécdota del pollo siempre la cuenta mi amiga Ana, meada de la risa, a mi me hizo cero gracia…Casi abandono la aventura de cocinar y todo!! jajajaja
Así nos va, yo estoy pasando ya directamente al error sin pruebas ni nada…XDDD
Chuuu!!!
Maria Marto dice
Jejjjee yo antes hacía platos más elaborados, muchos de cuchara y de recetas más tradicionales. Me recuerdas que tengo que volver a ello, porque como decía mi abuela, comiendo bien se puede con todo. Es la base. Ánimo con el curro cómo va? Yo sigo buscando en Graná. Un beso
Caro Chan dice
Un buen puchero me comía yo aquí, con su pringa y todo…Vaya pelete que hace niñaaa!!!
El curro por ahora muy bien, solo llevo un día!! jajajaja
Ánimo con lo tuyo <3
Chuuuu!!!
Nacho dice
Por cierto……tu artículo de «El ibérico» espectacular…….
Eres buena Caro……..
Caro Chan dice
Ehhhh!!! Muchas gracias Nachito…al final me lo voy terminar creyendo…y no me queráis ver endiosada…debo de ser lo peor!XD
Burocrata China dice
well done Carol con la kitchen. Para mi es un tema que aún está en standby, soy un poco como EEUU en el protocolo de kioto.
Por cierto, tengo una amiga que apoya la teoría de que lo que sucede en la cocina y a muestro coche es una extensión de nosotros. Así que al leer tu artículo me ha recordado a ella 😀
Caro Chan dice
jajajajaja
Si Lau, nunca mejor dicho. Mi vida es un gran experimento, a veces la lio parda y explota todo pero otras muchas descubro cosas apasionantes…XD
Irene Castañeda dice
todo lo que cocino es caótico, siempre mezclo miles de especies e ingredientes juntos, mezclando lo dulce con lo salado. Sigo el consejo de mi padre y es que cuanta más variedad mejor y que lo principal está en probar la comida antes de servirla.. eso de usar medidas no va con nosotros.. si está bueno.. qué más dan las proporciones 🙂 hehe
Caro Chan dice
Dulce y salado, esa es mi especialidad, me encanta encontrar ese contraste de sabores, que listo tu padre oye!XD
Y si, yo cuando escribo una receta a alguien jamás le digo cantidades, no sé, un poco a ojo no? ^.^
Chuuuu!!!
Anina Anyway dice
¡Carozoncito! me ha encantado el gif de Modern Family, jajajaja. Yo me he sentido así mogollón de veces cuando tengo que expresarme en inglés y me siento con menos vocabulario que un Furby.
Me gusta mucho cocinar también, y desde que me hice vegetariana la experimentación ya se convirtió en regla. Además así no tengo que enfrentarme a las miadas lastimeras de los animalitos difuntos 😉
Lo que odio es fregar después o, por meterme prisas, tener todos los fogones on fire y que se me queme lo de uno mientras atiendo los otros tres. Me gusta pero con calma y, sobre todo, si hay quien se lo vaya a comer después. Así lo pongo bonico y me puedo pasar toda la cena criticando lo que he preparado y disculpándome porque no haya salido perfecto, jajajaja.
¡Qué chunga soy!
Un besote muy grande, love.
Caro Chan dice
Somos igual de chungas me parece…Yo también soy muy critica con lo que cocino, siempre le falta algo o es memorable. La calma es lo mejor, y ponerle mucho amor, que eso luego se nota…
A ver que día me preparas un delicioso plato veggie…Yo me mudo ahora con una así que me vendrán de lujo esas recetas <3
Gracias amore!