Hay días en los que una le da por liarse la manta a la cabeza y acurrucarse en brazos de la melancolía. Dejarse arrastrar por el torrente de lágrimas y regodearse en el pensamiento de que hay algo malo en ella, que no es digna de ser amada, que el mundo se acabó -drama queen modo ON- Luego te sorbes los mocos, miras en el espejo tus ojos hinchados, rojos y te hartas de reír por lo cómico de la situación.
Y te haces un video para no olvidarlo, di que sí maja…XD
Es en esos días cuando menos personas saben de ti, prefieres no hablar con nadie porque sabes que, ese día, no eres tu misma…Pero la vida te da una de cal y otra de arena. Hallándome yo en uno de esos días me llegó un video de un ángel en la tierra, mi amiga Claudia.
Cambiando el chip.
Y es que nos gusta tanto centrarnos en lo que no tenemos que nosotros mismos difuminamos en la fotografía lo que sí tenemos. Todo ese amor que nos rodea, de gente que jamás nos va a fallar. Esos que nos abrazan sin la expectativa de sexo, nos abrazan porque les gusta tenernos cerca, sentir el latir de nuestro corazón, aspirar nuestro aroma, cerrar los ojos y perderse en el amor. Porque el amor no es solo tardes de sol agarrados de la mano mientras te miras a los ojos, la ciudad pasando a cámara rápida a tu alrededor mientras suena Gino Paoli de fondo.
A veces son ganas de dar asco…jajaja
Pero, para mi, el verdadero amor es coger un vuelo porque sabes que tu amiga estará mal el día de su cumpleaños porque lo acaba de dejar con su novio tras seis años de relación; El amor es no tener en cuenta que mañana madrugas porque alguien al otro lado de la linea se está sorbiendo los mocos; El amor es “olvidar” que tienes una cita con alguien muy prometedor solo por coger una mano y apretarla de vez en cuando; El amor es llevarte todos tus bártulos de hacer punto a una habitación de hospital y pasar tardes allí enseñando a tejer trabajos que sabes de antemano que jamás se terminaran; El amor es ponerte cualquier cosa encima del pijama y pasarte a recoger a alguien a las tantas porque está demasiado alterado incluso como para poder conducir; El amor es organizar una fiesta sorpresa el día de tu cumpleaños… pero para otra persona. Estamos rodeados de amor incondicional y no lo queremos ver.
Por eso yo hoy abogo por que empecemos a creer más en los “¿te vienes a mi casa a aburrirnos juntas?” que en “vente a mi casa que te preparo la cena, preciosa” En que te manden una foto de un libro que saben que te va a gustar que no una selfie de su polla cuando piensan en ti. Vamos a darle más valor a una mención en facebook, diciendo que se han acordado de ti porque han visto un peluche kawaii, que al hecho de que el tío que te mola te conteste el whatsapp ipso facto. Dejémonos ya de mirar la última hora de conexión y conectemos de verdad con gente que nos ama. Porque nos ama mucha gente y de maneras preciosas. Quítate la manta de la cabeza que te está impidiendo ver lo importante.
Mi cruzada particular.
Nos han vendido que ser dos es lo que tiene valor en esta sociedad, el binomio como unidad, haciéndonos creer que la división del mismo son mitades no unidades completas. Yo hoy me rasgo la camisa mientras te digo que sí, amor, somos unidades completas, complejas y preciosas, que en binomio somos la leche, pero solas somos la polla. Que cuando me uno al polinomio de mis amigos soy invencible y que eso me reporta tanto bien o más que tres noches a la luz de la luna dibujando constelaciones en la piel de alguna persona que pasará de amarme incondicionalmente a no saber nada de ella jamás en mi vida.
Porque el amor romántico a veces puede ser tan fugaz como una estrella y en cambio el amor más puro va a estar siempre ahí, incluso cuando la persona ya no esté entre nosotros. Aún puedes sentir el calor de su amor en el corazón. Eso es lo bonito, eso es lo mágico…Todo lo demás son hormonas, que no te engañen.
Si quieres saber más sobre hormonas lee mi articulo de El ibérico.
Y tú ¿Estás ya enviándole una nota de voz a todos aquellos que te aman incondicionalmente? Ajá, si tienes la fortuna de tener mi teléfono no me importaría recibir una…aquí hay días que ni la manta, ni esto, me da calor.