Hoy el día está nublado, supongo que como el año. Hacía mucho que no me paraba a escribir, ni a pensar para qué engañarnos, para mi blog personal. Y lo he hecho un poco obligada por las circunstancias.
Verás, viendo que los viajes quedan un poco pospuestos hasta nuevo aviso me estoy montando una oficina en casa perita en dulce y tenia que probar si me va guay el nuevo teclado con el soporte para el portátil y con la excusa pues he puesto melancólica y me apeteció hacer un update de mi momento presente.
Supongo que es muy parecido al tuyo: incertidumbre, allá donde mires incertidumbre. Yo por la parte que me toca he decidido ni mirar, la verdad. Cuan avestruz con la cabeza bajo tierra mientras pasa todo esto que está pasando que no sé si llamarlo realidad o ciencia ficción.
Pero no todo es un mojón de pato tan regular, he conseguido un trabajo muy interesante en remoto como UX/UI Designer (vamos la que diseña las pantallitas de una app para que el usuario no se pierda manejándola) y ando bastante entretenida con ello y mientras le doy a la cerámica en plan casero ya que el taller, obviamente, está cerrado al público.
Estoy creando un proyecto del que te hablaré cuando todo este follón cósmico deje de estar sobre mi ascendente, para rizar el rizo al año. Y la verdad que es lo primero que emprendo por pura ilusión y sin presiones marketinianas detrás así que mola.
Si algo bueno me está trayendo esta situación es aprender a centrarme, a elegir mi bienestar por encima de todo, observar desde la distancia qué me trae paz y amor a mi vida y qué no… y ahora, es el mejor momento para hacer limpieza de todo eso. Hábitos, personas y situaciones.
Espero que estés llevando esto con mucha responsabilidad social, ánimo y sobre todo salud. Mucha salud, que por primera vez la valoramos cómo se debe.
Y si sabes de sillas, mesas, monitores y teclados para una oficina chachi piruli en casa, estaré encantada de leerte en comentarios ¡Esto es un mundo completamente nuevo para mí!