Aquí vuelve Caro con alguno de sus temas escabrosos, pseudocientíficos, con los que tanto te gusta meterme caña (si en realidad lo hago por ti, que te veía ya apático y aburrido en el sofa). La cuestión es que he enfermado, por primera vez en Londres, hacia bastantes meses que no caía así de fulminante, y es que yo sé perfectamente la causa, y no, no sólo es culpa del virus…
Hará unos cuatro años cayó en mis manos el libro de Louise Hay “Usted puede sanar su vida”, esta clase de lectura no era precisamente de mi agrado por aquel entonces, pero a raíz de la enfermedad de una de mis mejores amigas, decidí echar mano de cosas jamás antes creídas para poder conseguir los resultados nunca antes encontrados. Leí muchísima bazofia esotérica, hierbas de autoayuda e infumables filosofías extrañas, pero de todo aquel barullo conseguí sacar una par de aprendizajes, que con la debida experimentación por mi parte, me parecieron que no andaban muy errados del todo.
Toda enfermedad que desarrolla tu cuerpo es un toque de atención.
Louise, tras pasar por toda clases de vivencias en su vida y superar un cáncer sin ayuda médica, creó un “panfleto” que posteriormente se convirtió en libro, donde explicaba como cada emoción negativa en nosotros, de forma reiterada, desarrolla una u otra enfermedad, de modo psicosomático.
La mente es un órgano demasiado potente para manejarlo sin control.
A partir de ese momento empecé a prestar más atención a la enfermedades de mis seres queridos, solo para cercionarme que realmente acusaban ese tipo de comportamientos, y en realidad me quedé muy sorprendida, pero lo que sin duda me llevó a convencerme de que esto podía ser una realidad fue el hecho de analizar las enfermedades que había sufrido recurrentemente en mi vida, y los resultados arrojaban mucha luz de como eran mis diálogos internos.
El mejor sujeto de pruebas es uno mismo.
- Anemia: Actitud de “si, pero…” . Creencia de que uno no es suficientemente bueno, anula la alegría de vivir.
Y es que las sufría de adolescente, cuando la presión que sentía por parte de mis padres por ser la mejor en todo, hacia que al sacar un 9.5 en un examen me fustigara por el 0.5 que había errado. Eso hacia que no disfrutara de mi sobresaliente sino que solo pensara en esa ínfima parte de nota negativa.
- Dolor anal: Culpabilidad. Deseo de ser castigado. No soy suficientemente bueno.
Desarrolle una pequeña hemorroide a una edad muy temprana, esto también iba reñido al sentimiento de no ser suficientemente buena y a un fuerte deseo de ser castigada por ello (sobretodo era autocastigo), nunca le ví relación con la anemia pero hay que hacer notar que sucedieron por la misma época.
- Amigdalitis y faringitis recurrentes: Fuerte convicción de no poder defenderte y pedir tus necesidades. Temor. Emociones reprimidas. Creatividad sofocada.
Siempre fui una persona creativa, inventaba historias, dibujaba cómics, diseñaba ropa, maquillaba, teñía y cortaba el pelo a mis amigas ( a sus madres mi creatividad no les hacia ni p*** gracia, la verdad ^,^), se me ocurrían mil y una maneras de matar el tiempo,incluso tenia una forma muy ”artística» de comerme el jamón york, pero mis padres siempre me dejaron bien claro que la creatividad era para mis momentos de ocio, para ganarme la vida no podría hacer nada de ese tipo, tenia que estudiar una carrera “ en condiciones”. Ese temor, junto a la frustración de no sentirme valorada por esa creatividad, la rabia de no poder decir realmente lo que pensaba, me llevaban a esa enfermedad una y otra vez.
- Candidiasis: Te sientes sumamente disperso. Mucha frustración e ira. Eres exigente y desconfiado en las relaciones. Eres bueno para recibir.
Si que he observado que cuando “me dejaba querer”, todo me resultaba más sencillo, en cambio cuando era yo la persona en la relación “que ponía más carne en el asador” las cosas se me descontrolan y comenzaba a sufrir, desconfiaba, exigía, no sé, me convertía en una Caro que no me molaba mucho. Hubo una época en mi vida en la cual tuve que ser tratada de una candidiasis crónica, casualmente coincidiendo con un tipo de relación sentimental bastante tóxica…
- Problemas menstruales: Rechazo de la femineidad. Culpabilidad, miedo. Creencia de que los genitales son pecaminosos o sucios.
De pequeña, y no tan pequeña, era un “machoperico”, supongo que tenia que ver con que mi padre siempre quisiera tener un primogénito, y llegara yo. De ballet me pasaron a judo porque pegaba a las niñas (y así pase a ser yo la zurrada por niños ¬.¬UU), jugaba al fútbol, trepaba a los arboles y vestía como un autentico machorro….si eso no era rechazo a la femineidad no sé que más podría ser.
Desde casi mis primeras menstruaciones (gracias al cielo que fui tardía) tuve un montón de problemas (dismenorrea) y me tuvieron que poner un tratamiento con píldora para poder controlarlo. Esto concuerda con lo que hablé en mi anterior post en referencia al sexo, siempre me lo plantearon como algo sucio y pecaminoso.
- Síndrome Premenstrual (SPM): Permites que la confusión reine. Entregas el poder a influencias externas. Rechazo de los procesos femeninos.
Cuando dejé de tomar la píldora, hace ahora un par de años, permití que el SPM campara a sus anchas mínimo una vez al mes (ya lo acojo con los brazos abiertos y mucho chocolate, no me queda otra) y si es verdad que la confusión es algo recurrente en mis dias, y que yo lo permito. Voy a probar a ser más organizada a ver si mejora, esto es un experimento que ya os iré contando. (Si os gruño es porque no funciona…Grrrr).
- Ciática: Eres hipócrita. Tienes miedo al dinero y al futuro.
Cuando dejé Ryanair y me volví a casa de mi madre, estuve casi tres meses metida en la cama con una ciática (al final me la traté con acupuntura y mejoró) pero si es cierto que en aquella época había dos pensamientos que me agobiaban, uno el cómo dejar esa relación sentimental tóxica (me sentía hipócrita por continuar con esa situación, pero sin «cojones» a finiquitarla) y dos que iba a ser de mí cuando se me acabaran los ahorros (ya que no trabajaba en aquellos momentos, no podía buscar con la ciática y Granada no era precisamente el mejor sitio del mundo para encontrar un trabajo). Así que echando la vista atrás tiene sentido, ya que no había realizado ningún esfuerzo ni usaba tacones como para sufrir un ataque tan fuerte.
- Resfriados: Deseo de retirarte. Déjame en paz.
Normalmente soy víctima de estos pequeños resfriados cuando estoy muy upset del mundo, cuando noto que me tocan la moral reiteradamente y no puedo hacer nada por evitarlo, solo tragar y sonreír. No se me da bien. Sé que algo no va bien en mi vida cuando me agarro uno de estos.
- Dedos artríticos: Deseo de castigar. Culpabilidad. Te sientes víctima.
- Artritis: No te sientes amado. Crítica, resentimiento.
- Artritis reumatoide: Críticas profundamente a la autoridad. Sientes que abusan de ti.
Esta la he dejado para la última porque, a mi entender, es la que mas miga tiene. No contaba ni con 30 años y los dedos empezaron a dolerme y deformarse. Hasta los médicos se quedaban extrañados ante el avance tan rápido de la enfermedad.
Toda mi vida he actuado como una víctima, ahora lo veo bien claro, víctima de mi situación familiar (este es un tema escabroso que no creo que llegue a tocar algún día), víctima de mis novios mal elegidos, víctima de la sociedad que no me apreciaba como debía y lo peor de todo víctima de mi misma, no he visto un ser más malvado y descarnado que yo conmigo misma (por eso insisto en que tienes que ser tu mejor amiga) me he pasado 30 años siendo un monstruo para mi…y aún me cuesta, soy hipercrítica con todo lo que hago (un claro ejemplo son mis cuadros, jamás hice una exposición ni los mostré al mundo, por mucho que mis profesores o gente ducha en el tema me insistíera), si alguien me cocina me parece estupendo todo lo que hace, si lo hago yo me paso la comida pensando como mejorarlo la próxima vez…y no digo que esté mal aspirar a la excelencia, pero todo tiene su medida y yo la sobrepaso con creces.
La buena noticia es que ya no tomo la medicina de las manos, he decidido curarlo a mi manera desde dentro y la verdad es que he conseguido frenar el avance bastante, estoy muy orgullosa de no ser tan critica conmigo misma, de permitirme fallar, de relajarme y pensar “ si esto mismo lo hiciera una amiga mía, ¿qué le diría? “Pues eso niña, que está estupendo, es genial y eres la pera limonera” ¡¡San se acabó!!
Así de «abstractas» se están quedando mis manos…A lo Rossi de Palma XD
¡Y ahora tu turno!!! ¿Qué enfermedades te aquejan? ¿Quieres saber cuales pueden ser la causas o prefieres vivir en la ignorancia y no ponerle remedio? Ven, pasa ponte cómodo entre el olor a alcohol, desinfectante y mi sexy bata blanca.