Una luna de sangre me daba la bienvenida al aeropuerto de Granada, y como en cada aterrizaje me sentí inspirada, inspirada porque en cada despegue y aterrizaje nos hacen apagar todos los dispositivos electrónicos -si eres una persona cívica tendrás como mínimo 20 minutos en un vuelo para estar a solas con la nubes y tus pensamientos- ¿No te ha pasado que muchas decisiones importantes en tu vida las has tomado en el tiempo que duraba un vuelo? Pues entonces deberías coger más aviones. Cuando era azafata tenía esas vistas todos los días pensé, y que poco las disfruté -lo que más molaba de ese curro eran las vistas desde la oficina- pero ahí si que no disponía de los minutos de relax e introspección -qué sepas que como pasajero eres un coñazo, aunque como amigo seas amor con patas-
Te lo digo desde el cariño 😛
Y me puse a pensar en que este planeta es como una placa de petri para el universo, y nosotros somos esos millones de bacterias ¿será que las bacterias de nuestros cultivos también se creen tan especiales e únicas? Y luego pensé que si estábamos volando hacia arriba, hacia el lado o boca abajo ¿Acaso la tierra no es redonda y está un poco inclinada? ¿Por qué maravillosa ley universal, además de la gravedad, sentimos nuestra cabeza erguida aunque estemos en el polo sur?
Y mi tren de pensamiento descarrila pensando que todo está formado por polvo de estrella muertas, Supernovas que esparcieron su materia al universo y a modo de purpurina de adhirió a la superficie de los planetas: El avión en el que vuelo, el metal de mi mac, la pantalla de vidrio, su batería y circuitos, subiendo por mis dedos, mis átomos de carbono, el hidrogeno del agua de mis células, hasta las trazas de plomo y amoniaco en mi cabello…
¿Qué carajo le ponen al agua en los aviones?
Y una añoranza fuerte atenazó mi cuerpo recordando como hace unos años mi vida era un completo despegue y aterrizaje, la tecnología no me tenía tan absorbida, quizás entonces tomaba mejores decisiones, quizás ahora debería ser capaz de obligarme a “volar” todos los días y dejar ciertas horas tecnología free, quizás sobraban un par de quizás en esta frase…