¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza? Con esta perla de sabiduría me quedé la única vez que vi un Gran Hermano en mi vida -y creo que mis neuronas aún están recuperándose de aquello- Recuerdo que vivía en un piso para mi sola, el cual me quedaba grande. Y pasaba mucho tiempo en cama, cuando no estaba muy cansada de estudiar y trabajar, estaba enferma.
Louise Hay al rescate.
El día que escribí el post sobre el libro “Usted puede sanar su vida” tuve que hacer review de todo mi historial médico, y lo que vi no me gustó, es más me asustó bastante. Y ya por aquel entonces llevaba un par de años bastante mejor, los buenos hábitos adquiridos, como madrugar, meditar, hacer deporte y comer solo los alimentos que mi cuerpo toleraba se habían notado muchísimo.
Fue llegar a Londres y tirarme al barro de cabeza el barro no es un tío, ojalá
Desde que llegué hace ya un año, he podido estar mala unas seis veces, y esta última, me ha mantenido en la cama con fiebres altísimas, el mero hecho de levantarme a tomar un paracetamol era una lucha interna… Creo que me estoy perdiendo algo que mi cuerpo no para de intentar mostrarme.
Intenté culpar a la ciudad, pero llevo el mismo tipo de vida que llevaba cuando estaba sana, me levanto y hago mis cosas, voy a trabajar y vuelvo a casa. Además ahora tengo el improvenment de que tengo jornada intensiva mientras que en Granada tenía horario partido.
Intenté culpar a la gente, pero llevo el mismo tipo de vida social que antes, incluso más y más variada, estoy casi siempre enriqueciéndome de gente adorable.
Intenté culpar a mis parejas, por no darme lo que necesito, por hacerme pasar tan malos ratos y termine dándome cuenta que todo estaba dentro de mi. Que jamás se debe poner la felicidad de una en manos ajenas.
Así que, Mariflor, a la conclusión que llegamos es que la única culpable de estar en esta situación soy yo; Sí, he descuidado mi alimentación, mi meditación, el poco deporte que hacía y sobre todo mis diálogos internos. No he sido amable, ni buena conmigo, me he criticado más duramente que nunca, no me he dejado ser feliz boicoteándome una y otra vez. Algunos momentos de lucidez asomaban en mi cabeza, pero los que menos y esto es lo que tengo…que mi cuerpo llame mi atención cada vez de forma más escandalosa, obligándome a guardar cama y hacer introspección de mi vida. Y como aún queda un rescoldo de la optimista que fui creo que esta enfermedad está siendo más una bendición que otra cosa. Gracias, gracias universo por hacerme parar en seco en la cuneta y darme tiempo para organizar prioridades en mi vida.
Mamiiiiii…
Cuando escribí este post mi concentración estaba por debajo del nivel de un pez de acuario así que me dedicaba a ponerme videos motivacionales, cosas que pudiera escuchar mientras me ponía el paño de agua fría en la frente -eso ha quedado muy drama queen- y te dejo con uno de ellos (esto es como siempre, yo doy pero en realidad lo que pretendo es que seas tú el que me descubras nuevas perlitas de las que tirar en mi momento de bajón)
Te alegrará saber que progreso adecuadamente, que he puesto mi salud en el top ten de mi lista y ahora mismo empiezo a notar lo beneficios de la buena alimentación, de la meditación y sobre todo de las buenas vibras en las que intento mantenerme todo el día.
Namasté ¿Qué? ¿Qué si quieres té? jajaja