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Mis pinceles zen…
“Lao Tse defendía que existen cuatro tipo de virtudes:
La primera es la veneración a todo tipo de vida, que no es más que respeto, la segunda es la sinceridad, que no es nada más que franqueza, la tercera es la dulzura que se manifiesta como bondad en nuestra vida y la cuarta es el apoyo que se manifiesta siendo servicial u ofreciendo servicios a los demás.”
Este parrafo vino a mi hace dos días, como sabéis estoy interesándome por el taoísmo desde que me fui de retiro espiritual el pasado mes de Octubre. No me había dado cuenta de que ya por mi misma había comenzado a vivir respetando las directrices de esa doctrina.
Viviendo en mi momento zen.
Yo no mato ni una mosca (verídico, si veo un bicho que me dé incluso repelús en casa, lo capturo y libero por la ventana, mi vecina de abajo tiene que andar endemoniada pensando que de donde saldrá tanto bicho!! jajajaja), soy una persona sincera, como ya comenté en alguno de mis post, nunca me consideré especialmente dulce, pero de hace un tiempo a acá me siento toda amor (y lo veo allá donde voy), queda mal que lo diga yo, pero siempre he sido bondadosa, me gusta poder hacer a la gente un poco más feliz si eso está en mi mano…lo del servicio a los demás era una asignatura pendiente que cada día me llamaba más la atención.
Así que llevaba unos meses dándole vueltas a este post, como enfocarlo sin que parezca frívolo y sobretodo para no hacer sentir mal a las personas que no hagan nada por el estilo y no deseen hacerlo.
Mucha educación pero muy poca acción.
Desde que nací hasta los 18 años fue adoctrinada en la religión católica, pero mis aportaciones no iban mas allá de llevar comida al colegio y juguetes a la ciudad de los niños. Nunca nació de mi esa necesidad.
El circulo social en él que me moví no me empujo ni me motivó en esa dirección. Demasiado tenia yo ya con mirarme al ombligo, solucionar mis problemas y divertirme como para ponerme a pensar en ayudar a otros que no fueran mis amigos.
También estaba el tema de qué podía hacer yo, sigo siendo una “niña remilgada” que pensaba que se derrumbaría trabajando con niños, o en un comedor social, que no tendría estomago para atender indigentes en la calle…todos esos pensamientos me hacen sentir mal, me hacen sentir que soy una snob con manicura perfecta y el corazón endurecido. Pero sé que yo no soy así, que a mi no se me caen los anillos si tengo que asear, alimentar o vestir a una persona, es solo que como un día un psicólogo me dijo “Caro, hay gente que nació para ser cuidadora y otros que no pueden, no debes castigarte por ello”.
Aún recuerdo en Madrid, ver a todos aquellos indigentes pidiendo en el metro, en las calles, con esas historias aterradoras y la gente pasando de ellos, cada día regresaba a casa con el corazón en un puño y más pobre porque era incapaz de apartar la mirada de ese sufrimiento y no ayudar – eso es todo mafia- me repetía mi expareja impotente antes mi reacción desmesurada según el. Y así me fui insensibilizando, y llegó el día en que era perfectamente capaz de ignorar ese sufrimiento e incluso que me molestara, que me interrumpieran mi lectura para contarme “sus mierdas”, bastante tenia yo ya con las mías. El día que me di cuenta de eso decidí que Madrid ya no era para mi, que arrancó la pizca de humanidad que me quedaba.
Modelando a mis idolos.
Así que ahora que he estudiado la vida de gente tan extraordinaria ( la madre Teresa, Elisabeth kubbler-Ross, Louise Hay, Wayne Dyer…) decidí que era el momento de hacer algo “grande”, todo lo grande que pudiera hacer con mi metro sesenta y cuatro de estatura y mis dos mano con principio de artrosis. Y me remangué, por enésima vez los pantalones, y me metí en el berenjenal. Busqué un listado de asociaciones para mujeres en «situaciones delicadas», y me lance a llamar ofreciendo clases de automaquillaje gratuitas.
Una mosca chocando contra el cristal era.
Era algo que yo podía hacer, que me encanta y que no creo que mucha gente se ofrezca a ello, no voy a comentar cuanto se puede sacar de un taller de este tipo, pero es bastante dinero. Así que Caro, en su infinita ignorancia del mundo, pensó que se la rifarían…Nada más lejos de la realidad. En principio llamaba personalmente pero a la tercera que me trató como si yo quisiera venderle algo y me dijo la frase “Aquí no hacemos estas cosas” (como si le estuviera proponiendo hacer un peep show o algo así) me desanimé un poco y pasé a redactar un mail, con estudios científicos y todo de como el maquillaje podía ayudar a mejorar el autoestima de esas mujeres que se estaban recuperando de experiencias traumáticas. Perdí la cuenta de cuantos pude enviar, ya no sé si los mande triplicados porque estuve un mes haciéndolo un día a la semana. No se supo nada, y me olvidé lo que pude de ello. Incluso llegué a tantear otras opciones en asociaciones de adolescentes marginados aunque no fuera lo que realmente me motivara, pero algo en mi interior sabía que lo mío era una buena idea y que podría hacer sentir bien a muchas mujeres.
¡Quien espera…pues no desespera!
¡¡Y me llamaron!! ¡¡por fin!! Una asociación estaba interesada, y mira desde entonces una vez al mes nos juntamos, empezamos siendo 8 y ya va aumentando el numero. En realidad es una excusa, para echarnos unas risas con pasteles y café. Son una chicas muy atentas y aplicadas, que practican todo lo que les enseño de mes a mes. Es la mejor cosa que hecho en mi vida. Salgo con una sonrisa de oreja a oreja, me enseñan más ellas a mi, a mirar adelante, a sacudirte el polvo y que la risa es la mejor terapia. Será lo que más añore cuando me vaya a Londres.
A la busca y captura de mi sustituta.
Estaba buscando el momento de lanzar mi suplica al viento, a ver si encontraba otra maquilladora que le apeteciera tomarme el relevo aquí, cuando mi amiga Silvia me comentó el otro día que a lo mejor una amiga suya podría estar
interesada(si está de dios, está de dios, sino se busca otra y san seacabó). No podía estar más feliz, ¡a veces hago encargos al universo sin darme cuenta siquiera!
Asi que aquí va mi llamamiento público: Si estás por Granada, sabes trucos de maquillaje y te apetece echar unas tres horitas al mes, que no es nada, pues ponte en contacto conmigo a través del sobrecito tan kawaii que sale en el lateral de la derecha!! <3
¡¡Esta es una fotito de mi book de maquillaje!! Yujuuu!!
Bueno chic@s llegó vuestro turno ¿Colaboráis en alguna causa benéfica? ¿Que te ha aportado eso a tu vida? y si no es así, ¿Que crees que puedes ofrecer a la sociedad, sin esperar nada a cambio? Seguro que tenéis ideas geniales que por miedo no desarrolláis. Yo os animo, ¡¡porque es geeeeeenial!!
Jeckyll VS Hyde…
No dormía bien, según me metía en la cama contaba mínimo una hora para conciliar el sueño, sufría pesadillas y sobresaltada de mi duermevela intentaba despertar a mi pareja para que me consolara de la pesadilla, pero su sueño era tan pesado que lo único que alcanzaba a decirme era – eso es normal, vuélvete a dormir– Él se levantaba antes que yo, así que me despertaba por el ruido que montaba en nuestro pequeño apartamento buscando sus cosas (aquí ya empezaba yo a maldecir en arameo). Me daba un beso y se iba, ya no lo vería hasta la noche. Volvía a mediodormirme y dejaba que sonara el despertador aplazándolo una y otra vez. El solo hecho de tener que salir de la cama y enfrentarme al mundo, ya me enfermaba. Cansada me arrastraba de la cama a la ducha repitiéndome una y otra vez que vaya mierda de día me esperaba. Apenas desayunaba, ya compraría alguna “guarreria” cuando sacara al perro, si es que lo sacaba…Miraba a mi alrededor, el desorden me abrumaba pero no tenia ni fuerzas ni ganas de ponerme a recoger, también tenía que ir a la compra y poner una lavadora. Me sentaba en la cocina y me hartaba de llorar. no quería estar en Madrid,no quería volver a Granada, quería estar en cualquier otra parte pero sabía que no estaría bien en ninguna.
Mal comía cualquier tipo de frito o comida rápida y salía con dos horas de antelación para el trabajo, el trabajo que siempre había soñado cuando me vine para Madrid, por fin era maquilladora para la firma MAC. Tenía que haber tenido cuidado con lo que deseaba, porque se terminó convirtiendo en realidad. El trabajo soñado, viviendo por fin con él y nuestra pequeña familia con perro incluido.
El solo olor que desprendía el metro cuando el aire abofeteaba tu cara al abrir la puerta ya me deprimía, la gente gris, con sus caras tristes, el rumano del acordeón narrando sus desdichas, intentaba enfrascarme en mi libro y subir al máximo el MP3, pero mi corazón temblaba a cada estación.
Prisas, y más prisas, lo hiciera como lo hiciera siempre iba con la sensación de llegar tarde. Transbordo al cercanías, es curioso como es de relativo el tiempo, cuando vivía en Granada y mis amigas proponían ir a tomar un café a la playa me parecía una locura 40 minutos para tomar un café y ver el mar, ahora solo en ir al trabajo gastaba el tiempo de ida y vuelta con creces, añoraba la playa tanto que me ardían los ojos solo de pensarlo. Las seis horas y cuarenta minutos en el trabajo eran un infierno, las compañeras una tortura, muy malas personas y egoístas superficiales. Contaba los minutos para salir flechada a coger el tren hacer el camino inverso a casa. Donde sabía que me encontraría a mi pareja empotronada en el sofá, no habría recogido la casa, ni la lavadora y con suerte ese día habría hecho la cena, sino de eso ya me encargaría yo a las 2330 cuando llegara, si tenía suerte y no perdía el tren. Así un día tras otro, los días se deslizaban insulsos sin diferenciar lunes de sábado, solo vivía para los domingos, ni diferenciaba amaneceres de atardeceres, sin mis amigos, sin mi familia y sin esperanzas.
Asi me veia yo, rota a cachitos…
Hoy en día cuando pongo la cabeza en la almohada me duermo, y según abro los ojos, sobre las 6:30 0 7:30 (ya no uso despertador) me levanto dando un salto mortal, hago mi meditación que me aporta una serenidad increíble para afrontar el día. Me preparo un nutritivo y sano desayuno a base de licuado de frutas, verduras y jengibre, un macha japonés y una tostada de pan sin gluten con tomate y pechuga de pavo. Aprovecho antes de ir al trabajo para estudiar, o escribir alguna reflexión y siempre con una sonrisa. Me encanta sacar a mi perro y darle una vueltita, me rio tanto viendo lo feliz que es, lo digno que va por la calle y como menea su rabo mientras camina mirándome con la lengua fuera (encuentro placer en lo más mínimo). Voy en bici a mi trabajo, está a solo 10 minutos, pero no hago el camino más corto, hago el mas bonito, por la arboleda, donde puedo disfrutar del aire puro en la cara, el sonido de los pájaros, las personas tranquilas paseando en está ciudad de atardeceres dorados.
Mi trabajo no es el soñado, es un horario partido de que huía en Madrid, pero aquí el ambiente es genial, cada día un reto y el nivel de estrés aunque se dispara en algún momento puntual tiene un equilibrio con los días mas tranquilos. No estoy presionada por objetivos, me dejan hacer las cosas a mi manera y mi ritmo y me valoran, voy al trabajo contenta.
Aprovecho cada minuto del día, como algo ligero y me voy al gimnasio a mediodía y cuando salgo por la noche ya no diferencio martes de domingo. Siempre hay algún plan, quedar con alguien, llamar a alguna amigo que esta lejos o simplemente volver dando un paseo mas largo hasta casa. Mi sensación es de felicidad, de sentirme bien conmigo misma y crecer como persona. El tema laboral que tanto anhelaba a irme de Madrid pasó a un segundo plano, no es tan importante, lo importante soy yo, no lo que hago o dejo de hacer y me considero una persona más valiosa ahora y aquí que cuando me codeaba con famosos en los platós de Madrid.
Estas reflexiones las escribí hace algún tiempo y aunque la situación ha variado ligeramente (o no tan ligeramente, vamos que me mudo de pais! ¬.¬UU) creo que se aprecia el cambio sufrido en un periodo de 2 años. ¿Cómo lo he hecho? Pues no tengo ni idea (ojalá tuviera la llave del santo grial) pero algunas cosas si he sacado en claro.
Cosas que ahora veo que hacía mal:
– Ser muy negativa.
– Encontrar todo lo malo, incluso en lo bueno.
– Culpar al mundo de todo lo que me pasaba.
– Ser una vaga redomada.
– No sentir pasión por nada, ni curiosidad por aprender cosas nuevas.
– No cuidar nada mi cuerpo.
– Poner en manos de terceras personas mi felicidad. Desde mi pareja, a mis amigos,a la chica que me entrevistaba para un puesto de trabajo.
– Dialogo interno refunfuñante.
– Ser mi peor enemiga, ni las malas de la telenovelas son como yo era conmigo.
– Reprimir sentimientos y ca
llarme cosas. Hasta que la bola era tan grande que estallaba en ataques de ira.
Cosas que ahora hago que me hacen bien:
– Ser optimista. (Ya hasta me gustan los días de lluvia, puedo ponerme mis botas de agua y chapotear por los charcos!!Yujuu!!)
– Encontrar todo lo bueno que hay incluso en lo malo. Lo bueno me parece la leche, de lo malo siempre saco una enseñanza.
– Hacerme responsable de mis actos y aceptar las consecuencias.
– Hacer mío el lema “Quien quiera peces, que se moje el culo”.
– Apasionarme con cada pequeña cosa, investigar, preguntar, no enterarme y volver a preguntar, sin miedo a parecer idiota. ¡La pasión combinada con la curiosidad es un cocktel molotov!. Twittealo <3
– Mi cuerpo es mi templo, lo alimento bien, lo mimo y soy consciente de que no solo es físico, el alimento también se lo doy al alma.
– Meditar cada día. Jamás pensé en los beneficios de algo tan sencillo. “Meditar es gratis, no hacerlo puede salirte muy caro”.
– Ser consciente de que soy una persona completa, capaz de ser feliz por si misma, a los demás les confiero el valor de complementos de mi vida. Jamás, bajo ninguna circunstancia, haré acarrear a otro ser humano con la carga que supone hacerme feliz y aún menos encargarme yo de la de otra persona. (Esto es una promesa de meñique conmigo misma XD).
– Mi dialogo interno ahora es “la polla, con pan y cebolla”, me divierto tanto conmigo misma que hasta a veces se me saltan las lagrimas y se me pone el vello de punta.
– Me convertí en mi mejor amiga, me quiero, me acepto, me digo más piropos que mi abuela y me doy la mano si me caigo, no me pateo y me insulto por torpe.
– No me callo ni media, si algo me molesta lo digo, de buenas maneras, sin ser una energúmena, me gusta aclarar las cosas y no crear malos rollos.
Yujuuu!! ha tardado media hora en cargar la foto!!jajajaja
¿Y tú? ¿has aprendido a hacerte feliz? ¿Cambiaste algún patrón en tu vida del que te sientas realmente orgullos@?, y si es así…¿cómo lo hiciste, “pardiez”? ¡¡Comparte sabiduría!! Te has quedado flipado con la Caro seriota, ¿¿eh?? jajajajaja
God save the queen…
Ya es oficial, se lo dije a mi jefe el lunes pasado…¡Me voy! No, no me miréis así que ya he ido avisando poco a poco, os dije que tenia esa sensación en el estómago de cada vez que mi vida va a pegar un cambio, ¡así que la que avisa no es traidora!
¡¡Booommmbaaaa!!
He ido dando la noticia a cuentagotas a mis amigos más cercanos, tampoco era plan de que se enterasen por aquí (si eres un amor de amigo mío y te estas enterando por aquí perdóname, pero no pude estirar más mi poco tiempo libre, pero te quiero igualmente, no te sientas mal <3)
Me las piro vampiro.
No, no dejo el ciberespacio, que ya sé que alguno estaba ya soltando un suspiro de alivio en plan “gracias señor por escuchar mis suplicas” sino que dejo Granada, España…¡el mundo!¡Voy a unirme con mi alma gemela en Gáminedes!jajajajajaja. ¡Qué es broma! Me mudo de ciudad y un poquito de país. ¡Ellos tendrán Gibraltar pero que sepan que los españoles estamos colonizando Londres!wuajajajaja Si hijo si, mi destino soñado no es el caribe con un cubano masajeándome la espalda mientras me tomo un daikiri, llámame rara, pero voy a cambiar el sol, la cañitas fresquitas y las siestas por cielos grises, pintas templadas y el té de las cinco (si ese que se toma con el dedito meñique levantado)
Pateando fuerte la zona de confort.
Y mucho estaba durando yo aquí ya. Después de un año viviendo sola en Granada, irme de Erasmus a Italia, mudarme a Madrid 3 años, volver a Granada para al mes irme a Reus y vuelta a empezar ya me estaba tocando buscar un nuevo destino. Estoy perdiendo mi inglés (no, no es que tenga un guiri inglés en la recámara y no sepa donde lo puse¬.¬UU), y la verdad es que mis meses en America me dejaron un cierto acento chungo muy nigger (u know what I mean dude, let go to the pary at tueni) ¡así que me voy a que la mismitica reina de Inglaterra me de clases de etiqueta y speech! XDDD
God save the queen.
Londres me enamoró desde el primer día que puse mi jamón de jabugo en su acera. Es cosmopolita, trepidante, multicultural y ofrece mil posibilidades. Ya me veo en esa marea de gente trajeada de negro con mi abrigo rosa y mi mochila de campanilla liándola como yo solo se hacerlo.
No va a ser oro todo lo que reluzca.
Sé que lo voy a pasar regular los primeros meses, que despotricaré de los ingleses, de su comida y de su estress. pero siembre ha ido así, el proceso de adaptación es costoso pero te forja el carácter y te ayuda como nadie a relativizar así que mira es que hasta lo malo me va a venir de lujo.
Plan de acción.
¡No tengo!jajajajja Ohh my god (mira como domino la jerga loco, ¿¿eh??) si, así soy yo, me fío de mis corazonadas y sé que todo va a salir bien. No tengo un plan milimetrado ni un plan B. Me planto allí, donde conozco a un par de personas y que sea lo que el universo quiera (y como sé que me quiere mucho no me las hará pasar muy canutas, o si, a lo mejor ya me toca un palito…¡tanta zanahoria a veces puede aburrir!)
Aún así siempre pediré ayuda.
Help! I need somebody, help!. Como sé que sois amor concentrado (en plan pastilla de caldo) os voy a pedir que si sabéis de alguien que esté por aquellos lares, y quiera echarme una manita siempre será muy bien recibido. Por vuestra parte sabed que, aunque no lo parezca por mi forma alocada de escribir, soy una chica muy responsable y buena gente de la que no tendréis problemas en el caso de ponerme en contacto con algún amigo vuestro, ¡dejare el pabellón español alto!!XDD
Lo único que tiene color allí, las cabinas…XD
OMG! ¿Qué os parece a vosotros? ¿Habéis hecho algo así en vuestra vida?Contadme, contadme que soy lo más curiosón del planeta tierra…y de Gáminedes!!XDD
Revelando relatividades…
En esta vida todo es relativo (lo sé, últimamente estoy que me salgo del pellejo con las perlitas que suelto) ya en la teoría de la relatividad de Einstein se podía observar que…jajajajaja ¿¡Qué te has creído!? ¿Qué voy a dejar que conozcas mi lado intelectual? Tengo una imagen que mantener, ¡por favor! XDD
Y es que el otro día, como ando más pensativa de lo normal, habiendo cambiado el salvapantallas de mi cerebro (es un bizcocho muy mono que baila) por un incesante chisporroteo de ideas me dió por pensar en lo absurdo de ahogarnos en vasos de agua.
¿ No os pasa que a veces nos abrumamos con un problema, para que al día siguiente surja uno mayor y ya el anterior nos parezca una bobada?
La palabra relativizar no estaba en mi vocabulario hasta hace un par de años, iba por la vida con los manguitos y la burbuja de corcho de serie ( si la rosita esa que cuando ibas a tirarte al agua oponía tal resistencia que te dejaba marcada la tira en la piel XD) yo me ahogaba en vasos de agua continuamente: Todo era un mundo, todo me pasaba a mi y de nada tenia yo culpa (angelito…jajajaja).
No todo es un mundo, no todo te pasa a tí y nadie más que tú tiene la culpa.
Y es que realmente estamos donde estamos porque lo hemos elegido así, siempre tendremos la opción de cambiar las cosas, lo que pasa es que es más fácil quedarse en la situación y quejarse que echarle huevos, o moverlos, y ponerle remedio.
¿Qué es lo peor que puede pasarte?
Esa es la pregunta que me hago cada vez que surge un inconveniente en mi vida, si la respuesta no es la muerte, es que el asunto no es tan grave y digo inconveniente porque eso es lo que son las cosas que nos pasan, un problema es tener una enfermedad terminal, el resto solo son situaciones incomodas. Así que si tu chic@ te ha dejado, estás pasando un duelo, no te llevas bien con alguien, o tienes un problemita de salud, créeme que todo pasará y relativizando las cosas no vas a gastar energía inútil que puede ser mejor empleada, por ejemplo ¡¡bailando como el bizcochito!! XD
Disfruta de las cosas buenas porque pasarán y de las cosas malas porqué también terminarán pasando.
La cuestión es que es bien sencillo relativizar las cosas, no me estoy refiriendo que ignores problemas yendo felizmente pegando saltitos por la vida, pero sí que utilices una potente arma que todos llevamos de serie. (A mi no me dieron la bazoca al nacer, pensarás, ¡apenas ni la barra de pan! ¬.¬UU)
El sentido del humor es una arma que está infravalorada.
Para Jenny Moix, que tiene nombre de actriz porno pero en realidad es doctora en Psicología y autora de «Felicidad flexible» XD:
«El sentido del humor es una capacidad que tenemos que entrenar. Sobre todo tenemos que aprender a reírnos de nosotros mismos. Para reírse de uno mismo hace falta salir del ombligo y observarse como si fueras otro. Y ese ejercicio es ideal para distanciarse y tomar perspectiva”
En eso soy catedrática, me rio de mí la que más (también trae de serie la parte de mosca cojonera que se rie de los demás, jolín, es que a veces son incluso mas divertidos que una misma).
El otro día hablando con mi amiga “Dorita”, decíamos que somos un poco desastres y que ella no paraba de regañarse por liarla tan parda. Hace tiempo era así, me pasaba el día enfadada conmigo por ser tan despistada, olvidadiza, tener este campo gravitacional que todo lo atrae (balones extraviados, cagadas de pájaros y objetos varios) y sobretodo tener estas manos de gachas que rompen la mitad de las cosas que toca…pero poco a poco fui haciendo pactos conmigo misma, por ejemplo que solo me puedo regañar una vez al día, el resto de las cosas que líe ya me las tengo que tomar con humor (¡imaginaos lo que me puedo reír!). Las “Carolinadas” se suceden, y cuanto más la lío, en vez de sentirme peor, mejor me siento, hasta con las lagrimas saltadas voy por la calle….
Así que mi consejo es que te rías, de lo bueno, de lo malo e incluso aunque sea políticamente incorrecto, busca el humor en todo lo que te suceda y verás que la vida te va a mostrar su lado más dulce.
¡Ahí va que chorrazo!
¿Y tú? ¿Eres de ahogarte en un vaso de agua o también relativizas?¿Crees que es una buena opción emplear el humor, o prefieres ni intentar “maquillar” la realidad? ¿Cuál ha sido la liada parda más grande que has cometido? ¡Cuenta, cuenta! ¡Que nos echemos unas risas!!