La vida es como una labor de tejer a lana, uno empieza montando sus puntos, tus primeros pasos, tus primeros balbuceos y cuando ya vas solo al wc parece que has terminado de montarla y es cuando empiezas a tejer. A entretejer pensamientos con palabras, pasitos con pasos de baile, pero es en el momento que apruebas tu examen de conducir cuando tu prenda va ya por muy buen camino y hasta te permites el lujo de hacer filigranas más complicadas. Porque otra cosa no, pero complicarnos la vida se nos da de lujo.
Pues bien, al igual que hacemos, tenemos el poder de deshacer cuando algo no ha ido tan bien como esperábamos, algunas circunstancias solo nos hacen retroceder cinco puntos y hacerlos de nuevo en un periquete pero ¿qué pasa cuando la liamos tanto que hay que deshacerla entera? No hay nada tan desolador y frustrante como cuando te ves con la madeja vuelta a enrollar, las agujas vacías y la sensación de que todo aquel tiempo que tejiste fue perdido.
Jorge dice
Cuando la Vida
te lleva a desmadejarlo Todo,
es porque te dice
que aprendiste a tejer.
Y te da Vía Libre
para Crear tu propio Tejido,
a tu propio Estilo,
sin depender de nada ni nadie.
El Desafío ahora es
Sentirse Capaz
de Empezar Otra Vez.
Beso por siempre, Hada 🙂
Andres dice
Holas!
Como diga, Srta. tejedora.
Crochet o punto arroz? =P
Nah, ganaste experiencia de vida,
asi le dicen.
C-Ya!
Silvia dice
Tu misma lo dices todo en el último párrafo…
«Al menos mis manos se han hecho más fuertes, mis ojos más despiertos y mis agujas más diestras»
No siempre lo que creamos perdura de forma física, pero si lo hace para mejorarte como persona, es más que suficiente, porque pasa a formar parte de nuestra experiencia, de nuestro actualizado YO, y va sumando a nuestra vida.
besitos
:))
Caro Chan dice
Ay si pequeña, pero que desolador es a veces – que digo a veces- sino siempre… empezar de cero. ^.^